Había muchos motivos pictóricos donde elegir, aunque la fuente estaba tapada porque la están restaurando y la calle Almirante Lobo está de obras: me decidí por ésta última (deformación profesional).
Estuvo lloviendo intermitentemente...y para colmo se me ocurrió la feliz idea de no llevar caballete, así que por la mañana estuve pintando de pie con el bloc (de 51x38cm, de Arches) en un brazo, el pincel en la otra mano y los colores, el agua y lo demás apoyados en un pretil que estaba a 4 metros de mí.
Después de almorzar estrené un bloc confeccionado por Emilio D. Olivares,
dibujando dos apuntes con pilot de tinta negra y completando con sendas aguadas; el primero de ellos, de un detalle de ventana gótica y campanario de la capilla en Puerta de Jerez, sentado en un banco de madera -mojado por la lluvia
y el segundo en la calle Habana, de la Casa de la Moneda, de pie y la aguada en cuclillas.
Hoy tengo agujetas...pero las adversidades te ponen a prueba.
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